Internet puede hacer mucho más fácil la vida del internauta gracias a la cantidad de serviciosonline que ofrece.
Lo que hace relativamente poco tiempo parecía imposible, hoy resulta algo habitual. Uno de esos servicios es la banca online : la posibilidad de consultar desde casa las cuentas de cada uno, realizar transferencias, mirar la situación de los créditos, etc. Sin embargo, ¿resulta seguro operar en banca por Internet?
La respuesta es sencilla: sí resulta seguro si uno toma todas las precauciones necesarias para realizar operaciones de este tipo.
Garantizar la seguridad 100% resulta imposible -del mismo modo que nadie asegura que no le robarán cuando camina hacia el banco, o cuando deja su tarjeta de crédito al camarero de un restaurante-, pero existen ciertos hábitos que hacen que el usuario aumente el nivel de seguridad al operar en Internet.
Desde la Asociación de Internautas, José María Luque afirma que «no hay más peligro en el mundo informático en cuanto al dinero que en el mundo real, el único problema es el desconocimiento.
Tomando las precauciones adecuadas es incluso comparativamente más seguro» operar a través de Internet.
Del mismo modo que uno echa el pestillo en el cajero automático cuando se dispone a retirar dinero con su tarjeta, en Internet hay que tomar precauciones, y muchas, a la hora de acceder a las cuentas del banco.
Quizá haya escuchado últimamente la palabra phishing . La Asociación de Internautas define el phishing como una «modalidad de estafa que tiene el objetivo de intentar obtener de un usuario sus datos, claves, cuentas bancarias, números de tarjeta de crédito, identidades, etc. para luego utilizar esta información de forma fraudulenta».
¿Qué es el ‘phishing’? El estafador suplanta la imagen de una empresa o entidad publica y envía un mensaje al teléfono móvil o al correo electrónico del usuario, en el que le solicita la verificación de determinada información que puede ser de diversa naturaleza.
La víctima accede a un sitio web, que podría pasar perfectamente por una web real e introduce sus datos -por ejemplo, el número de cualquiera de sus tarjetas de crédito-, que pasan inmediatamente a poder del estafador. Con esta información, el criminal cibernético podrá hacer y deshacer a su antojo en la cuenta corriente del estafado.
Durante el mes de agosto, el BBVA, Caja Madrid, Banesto, Santander Central Hispano o La Caixa han sufrido grandes ataques de phishing . Prácticamente ninguna entidad bancaria se libra de ataques de este tipo.
Según el Comité Internacional de trabajo contra el phishing , (http://www.antiphishing.org/ ), durante el mes de junio se detectaron a nivel mundial 15.000 nuevos intentos de estafa por este método, demostrando el incremento continuo de estos intentos de fraude. Un informe preparado por IBM indica que «en España se registraron más de 34.500 ataques informáticos en el primer semestre» de este año.
¿Cómo se pueden prevenir este tipo de estafas electrónicas? En general, resulta imprescindible seguir una serie de normas para mantener un alto nivel de seguridad mientras se navega por Internet.
La primera, mantener actualizada una herramienta antivirus, preferiblemente con tecnología firewall . Muchos de los antivirus que existen hoy en el mercado también detectan estos tipos nuevos de fraude.
Algo también fundamental consiste en evitar en lo máximo posible acceder a la banca por Internet o llevar a cabo transacciones financieras en lugares públicos, en donde el acceso está disponible para muchas personas: cibercafés, universidades, colegios, oficinas etc. Estos ordenadores podrían tener algún sistema para capturar los datos personales o la información de las cuentas.
Cuando resulta imprescindible acceder a la bancaonline desde un lugar de los citados, evite que haya personas muy cerca y cierre el navegador al finalizar sus operaciones. Después de hacerlo, tan pronto como sea posible, cambie las claves de acceso de seguridad desde su ordenador personal.
También resulta interesante consultar los consejos de seguridad que ofrece la entidad bancaria con la que trabajamos.
Otras acciones recomendables pasan por verificar que la dirección de Internet que introducimos comienza con https: en lugar de solo http:, teclear la URL (dirección del sitio web) manualmente o usar un Favorito, ignorar cualquier mensaje -de móvil, correo electrónico- que solicite datos financieros, de contraseñas, claves de acceso o números de tarjeta de crédito, no introducir datos de las cuentas en páginas web que no resultan de absoluta confianza, etc. Siguiendo unas pautas mínimas de seguridad el usuario de banca online podrá utilizar estos servicios sin temor.
Lo fundamental, no responder nunca a ningún mensaje que solicite datos personales o informar a la entidad bancaria en caso de tener la más mínima sospecha
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Artículo publicado en Diario de Noticias de Alava el 26 de agosto de 2006
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