Quiere extender el canon digital que aplica sobre diferentes soportes informáticos, y solicita de 16 euros por impresora y 19 por fax
Y mientras todo esto ocurre, los Ministerios de Industria y Cultura ultiman en estos días el informe que concretará qué aparatos y consumibles quedarán sujetos al canon
Los ministerios de Cultura e Industria van a fijar, antes de que finalice el mes de marzo, los productos digitales sujetos a canon (compensación por el posible uso ilegal que se realiza de ellos) y su cuantía. En Navidad finalizó el plazo que ofreció la ley de Propiedad Intelectual para que fabricantes y gestoras de derechos llegaran a un acuerdo. Como no fueron capaces, ahora será el Gobierno quien tome una decisión de obligado cumplimiento.
Y ante la inmediatez de la fecha, ambas partes han radicalizado sus posturas.
Los autores lo quieren todo. Cegados por la avaricia, han solicitado incluso un impuesto sobre impresoras y faxes. Los autores entienden que estos aparatos sirven para duplicar obras protegidas y por lo tanto deben pagar.
Los autores no saben discriminar el uso que se hace de estos aparatos, ni determinar el porcentaje de uso fraudulento sobre el total que se realiza, y por eso proponen que paguen todos. Así, solicitan un canon de 16 euros por impresora y 19 por fax.
Estas sociedades de gestión de derechos consideran que el canon no es más que una fórmula para compensar al autor por la copia de sus obras. Claro que, según su vara de medir, también los bolígrafos, papeles, minas de carbón y madereras (con la que se fabrican lápices) podrían resultar susceptibles de pagar canon.
¿Es injusto el pago del canon? Posiblemente no. Pero parece imprescindible conocer dónde se encuentran los límites. Todos los países de la UE que aceptan la copia privada aplican un impuesto sobre los CD y DVD vírgenes (0,07 euros por un CD en Alemania, 0,35 euros en Francia, por ejemplo). Grabar dispositivos que rara vez se utilizan para llevar a cabo acciones ilegales irrita al consumidor.
Los fabricantes y usuarios no entienden la inclusión de impresora domésticas y faxes básicos dentro de los productos con canon, puesto que no resultan idóneos para realizar copias ilegales.
La Asociación de Internáutas señala que “desde hace mucho, mucho tiempo, la nosotros, junto con la Plataforma Todoscontraelcanon, venimos denunciando el abuso indiscriminado que supone esta imposición económica a los soportes y equipos digitales, hasta el punto de tener presentada la pertinente denuncia ante la Comisión Europea”.
Los argumentos que les llevan a oponerse al canon explican que, “en un 99,9% (por estadística del sentido común) de los casos, las cámaras digitales se utilizan por sus dueños para hacer fotografías de contenido privado, que los teléfonos móviles se utilizan para hacer llamadas de teléfono o mandar sms de contenido privado, que los CDs, las impresoras, faxes, ordenadores y ADSL, son utilizados en el entorno empresarial, para realizar tareas íntimamente relacionadas con la actividad empresarial o, en el entorno del sector público, son utilizados para realizar tareas de servicio público, de obligado cumplimiento por Ley.
Es decir, que en un 99% de los casos, no hay ni siquiera una remota posibilidad de que se realice una copia privada de una obra protegida por derechos de autor (si acaso, por derechos del particular, de la empresa o de la Administración Pública y sus administrados)”.
Pero el cerco del canon digital va así conquistando territorios. Las impresoras y faxes se encutran amenazadas, así como otros muchos: ¿el teléfono móvil? Por supuesto.
Dentro de este escenario, un estudio de Sigma Dos publicado recientemente señala que los usuarios destacan el 44,6% de los CD vírgenes a usos distintos a los de grabar música y películas, como almacenamiento de archivos y fotografías propias. Sólo el 20,8% de los CD que se venden en el estado español son destinados a copiar música (legal o ilegalmente).
Otro soporte que paga canon es el de las tarjetas de memoria. Resulta que, seg´n Sigma Dos, de los 16,9 millones de personas que las utilizan, el 99,1% usa la memoria para almacenar fotografías. Únicamente el 0.9% de los usuarios los utilizan para almacenar música (que en muchos casos ha comprado legalmente).
Hablando de los teléfonos móviles, el 72,1% de los poseedores de un teléfono con capacidades multimedia no utilizan ninguna función relacionada con la música o el vídeo.
REACCIÓN DE LOS USUARIOS.
Ante esta situación, los usuarios de todos estos aparatos tienen dos opciones. La primera sería resignarse y pagar por cada aparato que compran (móvil, ordenador, cámara digital, compac disc, impresora, fax, reproductor de mp3, etc.).
La segunda opción es protestar. Muchos ya lo han hecho. El pasado lunes, día 19, El próximo lunes Los miembros de la plataforma http://www.todoscontraelcanon.es/ presentaron ante el Ministerio de Industria, el Millón de firmas recogidas contra el canon digital.
Y mientras todo esto ocurre, los Ministerios de Industria y Cultura ultiman en estos días el informe que concretará qué aparatos y consumibles quedarán sujetos al canon.