La rápida evolución de las nuevas tecnologías ha provocado un nuevo delito de voyeurismo digital. Sólo en España existen más de 500 páginas web en las que se publican imágenes ‘robadas’ de gente semidesnuda en la playa.
¿Has estasdo estado este verano en la playa? ¿Te gustaría aparecer en bikini o topless en Internet? Pues puede que aparezca en la red una foto tuya luciendo ‘tipito’. Con tu consentimiento o sin él.
El motivo es bien claro. Las nuevas tecnologías, con cámaras cada vez más pequeñas y con móviles que sacan fotos y vídeos de alta resolución, han provocado efectos muchas veces peligrosos y delictivos.
De hecho, ya existen varias páginas web que se dedican exclusivamente a mostrar fotos realizadas en las playas a chicas y chicos guapos. Fotos de playas nudistas, fotos de chicas haciendo topless, etc.
Pero, ¿es legal? Evidentemente no. ¿Y qué puede hacer un usuario que comprueba que hay una foto suya colgada sin consentimiento en Internet?
Lo primero es dirigirse al propietario de la página web y solicitar la retirada de la imagen. Si el propietario está en el extranjero, mirar el aviso legal de la web, donde probablemente aparecerá el modo de contacto o de denunciar este tipo de acciones fraudulentas.
Si estas acciones no resultan posibles, ir directamente a la policía y poner una denuncia.
Posiblemente, cualquiera de las medidas anteriores resultarán suficientes para que la imagen desaparezca, aunque no restaurarán los posibles daños realizados a la persona durante el tiempo en el que la imagen ha sido pública.
Respecto al castigo que recaerá sobre la persona que publicó la imagen, se puede considerar que «si se entiende que la instantánea supone una lesión a al dignidad de la persona, que atenga contra su estima, y que ha sido publicada, podríamos hablar de una multa económica». Eso, siempre que sepamos quién es el autor de la imagen.
Según un artículo publicado por la Asociación de Internáutas, «la valoración económica se hará en función de lo que estime el afectado en principio, y de lo que acepte el juez.
Una práctica extendida
Tampoco es cuestión de lanzar falsas alarmas, pero la costumbre de captar imágenes de personas semidesnudas en las playas y colgarlas en Internet es una práctica relativamente extendida.
Un estudio realizado por el Observatorio Español de Internet ha destacado que «sólo en España existen más de 500 páginas web en las que se publican este tipo de imágenes, en las que se comparten más de diez mil fotografías de bañistas, tomadas y divulgadas sin el conocimiento de los mismos».