Las redes sociales me dan no sé qué. Estamos todos ahí dentro. Me esfuerzo y dedico mucho tiempo a leer en Google, ojeo Facebook de vez en cuando y todos los días entro a ver cómo va mi cuenta en Linkedin.
Sin embargo, confieso que tengo dudas. Dudas sobre el uso empresarial de una página corporativa de Facebook. ¿Para qué sirve? ¿Para qué quieren cien mil amigos? Echo la vista atrás y digo, ¿cuántas páginas corporativas he visitado -por gusto- en los últimos dos meses? La del Box_Repsol, porque me gustan las motos, y poco más.
Leo en The Slogan, acerca de un informe que destaca que las empresas gastan mucho tiempo y dinero en promociones irrelevantes en Faebook. Y me lo creo. Mi pensamiento es: hay que estar en Facebook. Hay que hacer cosas. Pero hay que ver si funcionan, si merecen la pena. Aquí todo se puede medir. Pues midamos (sin tener miedo al resultado, ni a lo que diga el jefe).
Ya lo decía José Mota: «Si hay que ir se va, pero ir pa’ná es tontería».
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=Y7zF2recA8E&w=420&h=315]
Por citar a The Slogan:
«Según un informe desarrollado por TNS, titulado Digital Life, las compañías pierden mucho tiempo generando promociones y activaciones que no son relevantes.
Así se desgasta el vínculo y terminando generando comunicaciones que en vez de generar empatía provocan rechazo, sobre todo en redes sociales.
Las compañías están perdiendo tiempo y dinero tratando de llegar a sus consumidores en el mundo online sin darse cuenta que las personas se sienten invadidas en sus redes sociales, de acuerdo con los resultados de Digital Life, estudio global lanzado hoy por TNS, empresa de grupo Kantar y parte de WPP.»
Según un informe desarrollado por TNS, titulado Digital Life, las compañías pierden mucho tiempo generando promociones y activaciones que no son relevantes.
Así se desgasta el vínculo y terminando generando comunicaciones que en vez de generar empatía provocan rechazo, sobre todo en redes sociales.