
No hay duda. Google lo sabe todo de nosotros. Más incluso de lo que nosotros mismos sabemos de nosotros. Y si no lo crees, atiende a lo que puedes conseguir con sus recomendaciones.
Ayer leí un post escrito por huss87 en la web de criatura creativa, sobre una impactante campaña que muestra el sexismo a través de búsquedas reales de Google. Se trata de una campaña que ha realizado Christopher Hunt (director de arte de Ogilvy & Mather), para UN Women (ONU Mujeres). Desde aquí les doy la enhorabuena a cliente y agencia, porque me ha encantado.
Pero es que al mismo tiempo que me sorprendí con la campaña, recordé una clase a la que asistí, dentro del master MBA de la Escuela Europea de Negocios de Bilbao.
En ella explicaron cómo se podía saber lo que preocupaba a cada generación, en base a las recomendaciones que hacía Google al iniciar ciertas búsquedas…
Se supone, que a medida que vas escribiendo un texto en la barra de búsquedas de Google, el super buscador te va dando recomendaciones. Trata de adivinar qué estás buscando, en base a las búsquedas que hacen otras personas anteriormente. Te va rellenando el texto y así quizás no tengas que teclear todo, y las cosas resultarán más fáciles.
Bueno… pues como todo el mundo busca en Google (98% de las búsquedas totales, ¿no?), se da el caso de que esas recomendaciones pueden entenderse como cuestiones de interés masivo sobre el tema en cuestión.
El experimento de las búsquedas en Google
El ejercicio consiste en teclear en Google lo siguiente: Tengo XX años y. Entendemos que en función de lo que Google nos recomiende, sabremos qué le preocupa (qué busca), la gente que tiene la edad referida.
El resultado es curioso. Lo que nos dice Google es:
Conclusiones.
Varias ¿no? La primera… que hay algún error en el sistema de recomendaciones de Google. Resulta difícil de creer que una de las búsquedas más realizadas por personas de 70 años hagan referencia a su embarazo… No es una conclusión válida. Un artículo de ABC con ese título está tan bien posicionado que condiciona las búsquedas.
Pero si lo tomamos como un estudio sociológico válido (los expertos nos dirán si lo es), a todas edades nos preocupa la falta de relaciones sentimentales, la falta de compañía, la inexperiencia en temas sexuales…
Y lo que resulta extremadamente serio es el grado de preocupación que provoca la crisis. Cómo a medida que nos vamos haciendo mayores, la situación de paro (maldita lacra que asola a este país) convierte una preocupación en una obsesión (lógico)…
En las últimas décadas de nuestra vida, hacemos balance y nos preocupamos por la muerte…
Como experimento es interesante, ¿verdad? Pues llévalo al terreno que quieras (Bilbao Vs Vitoria Vs Donosti; Real Madrid Vs FC Barcelona; PP Vs PSOE…).