El presidente de Apple se posiciona contra la protección de la música en Internet, para que los consumidores puedan comprar y reproducir música donde deseen
Algunas compañias ponen el grito en el cielo mientras otras, como EMI, estudian liberalizar su catálogo musica en la red
Steve Jobs, presidente ejecutivo de Apple, ha destapado la caja de los truenos al defender la conveniencia de utilizar un sistema de software abierto que permita que las canciones puedan escucharse en cualquier artículo.
Jobs redactó una información en la web oficial de Apple indicando que, si no se utilizase el software de derechos digitales (conocido como DRM) los consumidores podrían comprar música en cualquier parte y escucharla en cualquier reproductor. Esta información puede leerse en www.apple.com/hotnews/thoughtsonmusic/.
El presidente de Apple señaló que su empresa está estudiando conceder licencias de su tecnología a sus competidores para que la música pueda escucharse en otros reproductores
Esta propuesta salió a la luz poco después de que la empresa de la manzana viera cómo en Noruega, por ejemplo, declararan ilegal su tienda de venta online de canciones (iTunes). El motivo, que las canciones compradas ahí cuentan con una protección que hace que únicamente puedan escucharse a través de dispositivos creados por la compañía Apple.
Pero, ¿dónde está el problema? Cuando alguien compra un coche de marca Mercedes, por ejemplo, acepta que el día que se rompa un espejo retrovisor, tendrá que cambiarlo por otro de la marca Mercedes. Sin embargo, en los productos de Internet el público exige libertad total.
El director ejecutivo de Warner Music, Edgar Bronfman, señaló en declaraciones recogidas entre otros por la web iblnews.com que el argumento de Jobs no tiene «ninguna lógica. Creemos en la continua protección de la propiedad intelectual de nuestros artistas», dijo Bronfman.
Los detractores indican que la tecnología DRM podría ser el equivalente a comprar un coche en el que el conductor te diga qué carreteras puedes utilizar y cuáles no. Y que si vas por otra vía, el fabricante pueda quitarte el coche sin devolverte el dinero.
En el blog http://es.theinquirer.net/ ponen un ejemplo claro: “Mi madre se acaba de comprar un teléfono que además es un ‘reproductor de música’ a través de Movistar. El fabricante (LG) ha creado una verdadera maravilla capaz de reproducir todo tipo de formatos musicales. Sin embargo, Movistar ha ‘dejado cojo’ el teléfono, limitándolo para que únicamente pueda reproducir música que compremos en el portal de venta de música de Telefónica. Si hackeo el teléfono de mi madre, que ella compró legalmente, para que sea capaz de reproducir música que ella posee legalmente porque la compró en CD, podría estar violando la ley al no cumplir con la política DRM de Movistar».
Sin embargo, la controversia sobre las tecnologías de protección no sólo es aplicable a la descarga de música. Los tonos y politonos para los móviles también tienen derechos de autor y limitaciones para utilizarlos en más de un Terminal. Vamos, que el hecho de gastar tres euros en un sonido que simula ser la canción de moda no da derecho a utilizarlo en dos teléfonos.
PROBLEMAS DE PROPIEDAD INTELECTUAL
El mundo de Internet está generando un claro perjuicio a las compañías discográficas. Descargar música desde Internet de manera ilegal resulta sencillísimo y las compañías anuncian pérdidas millonarias.
Sin embargo, el problema puede estar en un cambio de modelo de negocio. De hecho, la tienda de Apple gana millones y millones de euros vendiendo música, gracias a Internet.
El debate está abierto. ¿Hay que proteger la música por medio de tecnologías del estilo DRM? Posiblemente sea un intento absurdo, porque la descarga ilegal siempre va a ser capaz de saltarse las protecciones. ¿Hay que perseguir legalmente a las herramientas de descarga ilegal –Emule-? Tampoco parece la solución, porque cada vez que se ha cerrado una plataforma de intercambio (Audiogalaxy, Edonkey, etc) ha aparecido otra mejor, más rápida y más sencilla.
Por lo tanto, las empresas discográficas tienen que estar más atentas. No les queda otra.
En esta línea trabaja la discográfica británica EMI, que está negociando con varios portales en Internet la venta de todo su catálogo musical digitalizado en formato MP3 sin protección anticopia, según el diario ‘The Wall Street Journal’.
De este modo, EMI se desmarca de las actitud tomada por el resto de compañías en su estrategia de lucha contra la piratería.
EMI, que atraviesa una importante crisis, ha pedido a los portales de Internet que le remitan sus propuestas y que especifiquen en ellas cuánto dinero estarían dispuestas a pagar por el catálogo. Una vez valorados todos los acercamientos, la compañía decidirá si sigue o no adelante con el plan.
EN ESPAÑA COBRAN
En España, la Sociedad General de Autores, ha optado por la vía directa. Trata de imponer un canon a todos los dispositivos digitales que, de un modo u otro, pueden ser utilizados para duplicar contenidos protegidos.
Según una información publicada por la Asociación de Internautas, “el canon digital que quieren imponer las ocho entidades de gestión de derechos de autor equivaldrá al 60% del precio de algunos dispositivos electrónicos, como es el caso de los CD y DVD, o de hasta el 40% del precio de otros equipos como las fotocopiadoras”.