Aire condicionado

Elegir mal el sistema de refrigeración puede provocar una pésima climatización o un consumo desmesurado de electricidad

Llega el verano, llega el calor, llega el momento cumbre para los vendedores de aire acondicionado. Las ventas de estos electrodomésticos descendieron un 4,2% en 2007, aunque las previsiones alcistas se mantienen para próximas temporadas.

Pero cada centro de trabajo u hogar tiene unas necesidades específicas que obligan a prestar mucha atención a los diferentes tipos de aparatos que existen en el mercado, antes de proceder a la compra. Una mala elección puede llevar a la adquisición de un aparato que no enfría o enfría demasiado la estancia que se desea aclimatar, a un aparato que consume el doble que otro más adecuado, etc.

Hay varios factores a la hora de buscar un aparato. Según la teoría, hemos de comprar un aparato de aire acondicionado que tenga una potencia de mil frigorías por metro cuadrado de la estancia.

Una frigoría equivale a una caloría negativa y es la energía que hay que sustraer de un gramo de agua a 15 grados para enfriarlo a uno.

Sin embargo, si el aire acondicionado se instala en un último piso, en una buhardilla o en una habitación con ventana hacia el sur, conviene comprar un aparato de mayor potencia: hasta 1500 frigorías por metro cuadrado. Estas estancias, en verano, soportan los efectos del golpe directo del sol. Por ello, en ellas hacen más calor y es necesario refrigerar más.

Existen básicamente tres tipos de aires acondicionados: ventana, split, multi-split. Algunos de ellos también sirven para servir aire caliente y, por lo tanto, calentar estancias en invierno.

Los aires acondicionados de ventana son los que tienen todo en un mismo equipo. Los Split son aires acondicionados que cuentan con dos unidades: la primera se coloca en el exterior del edificio (compresor) y también existe un componente interior, que se controla mediante control remoto.

Entre los inconvenientes de este segundo tipo de aparatos está que exigen instalación, aunque son muchísimo más eficaces que, por ejemplo, los perfiles. Además, las grandes superficies acostumbran a regalar la instalación a los compradores.

Entre las recomendaciones para quien adquiera este tipo de aparatos, colocar el acondicionador en un lugar alto del ambiente, ya que el aire frío es más pesado que el aire caliente por lo tanto tiende a bajar.

Sobre estos aparatos de aire acondicionados de tipo split, indicar también los complementos que se pueden aportar. Por ejemplo, un instalador domótico que funciona con una tarjeta GPS y que permite programar la instalación del aparato con un simple mensaje de teléfono móvil.

También está la tecnología Inverter, que racionaliza el uso del aire acondicionado al condicionar el uso del conversor a la temperatura que desea el usuario.

Los aires sin tecnología Inverter, comienzan a expulsar aire frío a la máxima potencia, en cuanto el usuario lo enciende. La tecnología Inverter estima la temperatura marcada por el propietario y trabaja de manera ‘inteligente’, para ir llegando progresivamente a esta temperatura.

Le tecnología Inverter alarga la vida del aparato y disminuye el consumo eléctrico a la mitad exactamente. Hay que tener en cuenta que el aire acondicionado es uno de los aparatos que más electricidad consume del hogar o de la oficina.

El tercer tipo de aire acondicionado es el portátil. Algunos vienen con un depósito de agua que sirve para depurar, pero lo normal es que obliguen a sacar un tubo por la ventana o por un ‘agujero’ en la pared. Esta circunstancia hace que el rendimiento de estos aparatos no sea el deseable o, cuando menos, baje mucho.

Los aires acondicionados portátiles (los famosos pingüinos), sólo son aconsejables en unas pocas ocasiones.

Por último, además de elegir el aparato idóneo, es necesario saber si las habitaciones a refrescar precisan aire acondicionado, aire refrigerado o climatizador.

El aire refrigerado se basa en unidades equipadas con ventiladores que se limitan a proporcionar un flujo de aire fresco filtrado.

Hablamos de aire acondicionado cuando el sistema de refigeración está compuesto por un conjunto de equipos que funcionan de forma encadenada y proporcionan aire controlado al ambiente, seleccionando la temperatura.
Por último, climatizador es el sistema que te permite elegir los grados mediante un aparato y además corregir la humedad del ambiente. Es mucho más complejo, bastante más caro y no del todo imprescindible en un hogar.